La mañana del 4 de octubre era fría, abrí la cortina de mi habitación y vislumbré que el firmamento no tenía el color azul como de costumbre; en mi mente rápidamente se perfiló la agenda de trabajo del día, eso me llenó de alegría porque junto con María Soledad, nos encontraríamos con quienes consideramos pueden ser los responsables de los cambios que la sociedad actual requiere y clama a grandes voces. En esta oportunidad daríamos cumplimiento a un compromiso que días atrás se había asumido con José Ortega, un docente de la Institución Educativa 20 de Julio del Municipio de Vijes (Valle del Cauca – Colombia) y quien gracias a su participación en el proceso de formación continua en “Gestión Participativa de Sostenibilidad Local y Regional” del IMCA, viene dinamizando procesos interesantes junto con estudiantes y otros docentes.
Esa mañana a más de 80 Km. de distancia, nos esperaban en la vereda Caimital, para hablar sobre el Plan de Vida y así brindar las primeras pautas en su proceso de formulación participativa y concertada. En esta localidad rural, la sede Manuela Beltrán, perteneciente a la Institución Educativa 20 de Julio, fue el escenario donde bajo la orientación del profesor José Ortega, 32 de sus estudiantes de diferentes grados han iniciado la formulación participativa del denominado plan de vida; una herramienta de planeación prospectiva y estratégica de las comunidades, que permite entre otros aspectos, evidenciar los sueños de un mejor porvenir e identificar las acciones que se deben realizar para su consecución.
El primer paso que se ha dado en esta dinámica comunitaria, es la recopilación de la historia de 5 veredas (Caimital, Ocache, La Rivera, Mozambique y Romero) de las cuales proceden los jóvenes estudiantes. De este primer ejercicio, los estudiantes resaltan que les permitió conocer aspectos como los mitos y las leyendas, la celebración de las festividades tradicionales, el porqué del nombre de la vereda, los medios de comunicación que prevalecían en sus inicios, las costumbres culinarias, el trabajo comunitario a través de mingas, entre otros. Se menciona que estos y otros aspectos de las veredas fueron recopilados de personas mayores, de sus abuelos, entre ellos destacaron los aportes de don Moisés y don Abraham. Además, nos compartieron que recopilar la historia de su vereda, les sirvió para conocer el origen y sus raíces, conocer el pasado para recoger aprendizajes y no cometer quizá los mismos errores.
Después se compartió el video “Te atreves a soñar”, a partir de él, los jóvenes reflexionaron y afirmaron que no se deben dejar cohibir, que deben tomar sus propias decisiones, que se debe soñar por uno mismo pero también por las demás personas, que hay que arriesgarse y que se puede soñar despiertos con los píes en la tierra. Luego fueron invitados a soñar y a plasmar los sueños en un papel, de esa manera comenzaron a fluir una cantidad de ellos, que desde sus propias experiencias catalogaron como claves, sin colocar límites a los sueños, olvidando las duras realidades que se afrontan día a día en el campo y que muchas veces cohíben la oportunidad de soñar con otra realidad.
Finalmente, se compartieron tantos sueños que quedamos emocionados, algunos de tipo personal, que nos permitieron vislumbrar a futuros veterinarios, diseñadoras de moda, futbolistas, militares, médicos, ingenieros, psicólogas, etc. Pero también plasmaron los primeros sueños del plan de vida y que configuran un mejor bienestar para sus comunidades, entre ellos destacamos: la construcción de espacios deportivos, la pavimentación de las vías, el mejoramiento de las viviendas, el acceso a agua potable, la prevención del consumo de sustancias psicoactivas, el fortalecimiento de la familia, la conservación del medio ambiente, la construcción y/o dotación de fuentes alternativas de energía como la eólica.
Por ahora, nos resta continuar acompañando y orientando este proceso tan lindo de soñar y construir territorios en condiciones de sostenibilidad; sólo el tiempo, el destino, las decisiones que tomen estos jóvenes, la dinámica de estas comunidades o la misma dinámica de este universo interconectado, en el mediano y/o largo plazo permitirá ir configurando muchos de estos sueños personales y colectivos que le apuestan a la sostenibilidad local y regional.
Redacción y Fotografía
Pedro Antonio Ojeda Pinta