Hay quienes piensan que la construcción de la paz en un país como Colombia parece ser una utopía, un sueño que todos y todas anhelamos, pero donde muy pocas personas e instituciones se comprometen y asumen roles que permitan ese proceso que en definitiva es de interés colectivo y que requiere de juntar esfuerzos y recursos entre todos y todas.
Es en este escenario de la utopía, como decía Eduardo Galeano, es donde hay que caminar; porque si la paz es eso, estamos llamados a que en comunidad caminemos y vayamos generando condiciones que motiven a que otras personas e instituciones sigan el rumbo y también marquen pautas en torno a ese sueño común.
Fue así como el pasado 31 de octubre de 2021, algunas comunidades rurales del municipio de Ginebra dieron muestra de que el trabajo comunitario, la minga o el convite, es una manera de generar acciones, que incluso por más sencillas que parezcan, algunas veces son pioneras en la dinámica propia de las comunidades. Esa tarea de fomentar la convivencia, la construcción de paz y la prevención de la violencia, lo han asumido más de 200 mujeres que desde su rol de lideresas han decidido fortalecer sus capacidades para avanzar hacia ese propósito y de esa manera marcar un camino donde todos y todas se sientan protagonistas.
Estas acciones se dieron en el marco del proyecto “Sembrando Esperanza”, financiado por la Fundación Ayuda en Acción y ejecutado por el Instituto Mayor Campesino – IMCA, en la zona rural del municipio de Ginebra. En este territorio, se ha venido apoyando y acompañando diferentes acciones estratégicas, no sólo orientadas al fortalecimiento de la dinámica productiva del territorio bajo los principios de la agroecología y la economía solidaria, sino que también ha implicado el desarrollo de un proceso de fortalecimiento de capacidades para que líderes y especialmente lideresas de estas comunidades, apropien y coloquen en práctica los conocimientos adquiridos en torno al liderazgo, la construcción de paz, la convivencia y la prevención de la violencia.
Quizá la construcción de la paz sea una utopía y aun siendo así, es necesario seguir caminando en su búsqueda, pues hay motivos suficientes que inspiran, líderes y lideresas con un alto nivel de compromiso, el cual se concreta en acciones que convocan, trascienden, llenan de esperanza y marcan una pauta en el caminar… en el caminar por una sociedad, por un país y por una humanidad más justa, equitativa y solidaria.
Redacción
Pedro Antonio Ojeda Pinta
