UN CAMINO RECORRIDO QUE IMPACTÓ SUS VIDAS

El pasado 19 de julio de 2019, más de 80 jóvenes rurales se reunieron en el municipio de Buga para valorar su experiencia como participantes del proyecto “Emprendimientos Juveniles Rurales, Nuevas Identidades y Paz Territorial”, el cual ha sido financiado por la Unión Europea y ejecutado en los departamentos del Valle del Cauca, Norte de Santander y Bolívar, por tres centros sociales de la Compañía de Jesús: Instituto Mayor Campesino – IMCA, Centro de Investigación y Educación Popular – CINEP y el Servicio Jesuita e Refugiados. Esta actividad que se replicó en las tres regiones del país, hizo parte del proceso de seguimiento y monitoreo del proyecto.

En este caso específico, jóvenes rurales de los municipios de Buga, Florida, Pradera, Tuluá y Trujillo (Valle del Cauca), tuvieron la oportunidad de compartir sus aprendizajes y resaltar los aportes que el proyecto ha realizado a las dinámicas de su vida personal y comunitaria. Por ejemplo, los jóvenes mencionaron algunos aspectos claves relacionados con los procesos de formación en temas como la agroecología, la economía solidaria, la participación política, ciudadana y ambiental, los cuales se desarrollaron a través de diplomados que fueron avalados por la Pontificia Universidad Javeriana. Se valoró como positivo la oportunidad que tuvieron de conocer y poner en práctica los conocimientos en torno a modelos de producción que son amigables con el medio ambiente y que aprovechan los recursos locales de manera sostenible. Asimismo, en términos de participación juvenil, se resaltó que el proceso de formación permitió cualificar la dinámica de los espacios en los que vienen incidiendo, hacer visibles las expectativas de la juventud rural en políticas públicas, asumir un rol más visible en sus territorios y contribuir en el fortalecimiento del tejido social.

Yo me vinculé al proyecto a través del diplomado en economía solidaria y agroecología, el cual me ayudó a fortalecer mis conocimientos para contar con una visión mucho más amplia y que me hace sentir que soy un campesino más preparado; además me permitió valorar la importancia que tenemos los jóvenes rurales y evidenciar lo que significa ser campesino para el desarrollo de la ruralidad colombiana”, aseveró Mauricio Pineda, joven rural del municipio de Trujillo e integrante de la Asociación de Emprendedores Nueva Generación – ASODENG.

Uno de los aspectos más valorados estuvo respecto al apoyo a través de los estímulos de capital semilla y los recursos financieros que los y las jóvenes rurales recibieron para el fortalecimiento de sus emprendimientos económico-productivos, que de manera colectiva vienen desarrollando en los diferentes territorios. Son proyectos agrícolas (p.e. cultivo de fresa y café agroecológico), pecuarios (p.e. producción de trucha, tilapia o ganadería doble propósito), de agregación de valor (p.e. producción de café tostado y molido, transformación de plátano) y servicios (p.e. cafeterías, panaderías, salones de belleza, fotografía, grupos de música), los cuales además, se vienen fortaleciendo desde los grupos autogestionados de ahorro y crédito, una alternativa de financiación solidaria que se puso en marcha con los y las jóvenes rurales. Algunos de estos emprendimientos en el marco del evento, socializaron sus productos, compartieron aspectos en torno a su producción y calidad, realizaron algunas transacciones comerciales y generaron potenciales alianzas para dinamizar canales de mercadeo entre los diferentes territorios.

Martha Carrillo, joven rural del municipio de Buga y representante legal de la Asociación de Productores Agropecuarios por el Progreso del Campo –  ASOPROACAM, afirmó: “Hoy en día le estamos dando ese valor agregado al plátano verde; pero antes de eso, el proyecto le dio un valor agregado a nuestra organización, pues nos aportó al fortalecimiento interno y la volvió más dinámica, con el propósito de generar un mayor impacto en nuestro territorio. Asimismo, nos permitió la adquisición de equipos para la transformación del plátano, capacitarnos en temas administrativos e identificar los nichos de mercado y estrategias de comercialización para nuestros productos”.

Cuatro jóvenes rurales (dos mujeres y dos hombres), tuvieron la oportunidad de compartir su participación y experiencia en diferentes  eventos de carácter nacional e internacional, donde representaron con altura tal delegación e hicieron visibles los sueños de los y las jóvenes rurales. Por ejemplo, Deysi Liliana Rivillas, joven rural del municipio de Tuluá e integrante de la Asociación de Pequeños Caficultores de La Marina – ASOPECAM, resaltó su participación en un Diplomado en Economía Solidaria, desarrollado por la Comunidad de Aprendizaje COMPARTE (la cual articula a 24 centros sociales de la Compañía de Jesús existentes en América Latina), proceso formativo que tuvo una fase de aprendizaje en México. Además, destacó su participación en un foro temático organizado por la FAO en la ciudad de Roma, donde se trabajó en torno al reto de ampliar la escala de la agroecología, en cuyo espacio tuvo la oportunidad de compartir los procesos que a través del proyecto “Jóvenes Rurales” se venían dinamizando en diferentes regiones del país.

Por su parte Karem Bejarano, joven rural del municipio de Buga, hizo énfasis con respecto a su participación en el diplomado en formación política, ciudadana y ambiental; mostró los resultados de su emprendimiento económico-productivo y resaltó el proceso que vivió en la convocatoria que hubo a nivel nacional para participar del “IV Encuentro de Jóvenes de la Alianza del Pacífico”, evento internacional que en esta versión se llevó a cabo en la ciudad de México. A continuación, invitamos a visitar el siguiente link, donde encontrarán un vídeo que recoge la experiencia de Karem en el marco del proyecto.

https://www.youtube.com/watch?v=E6EZWnOBDNw&t=23s

Redacción

Pedro Antonio Ojeda Pinta

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